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Dragones de Jouran

En batalla, este soldado llevaría un pesado chaleco antifrag con protección pectoral a capas y protecciones flexibles en las hombreras. Para las ocasiones formales y el día a día, porta esta chaqueta uniformada azul cielo. Va armado con un rifle láser estándar modelo Marte y un cuchillo de lucha ceremonial de Jouran. El casco ceñido tiene protección antifogonazo y antiesquirlas para cuando el Guardia viaje en tanque. Este soldado también lleva un brazalete negro en el brazo derecho que representa el desaparecido y presumiblemente perdido 383º regimiento.
Los regimientos de Jouran están formados principalmente por tropas de infantería mecanizada, ya que la masa de su ejército acude a la batalla montada en vehículos de combate blindados Chimera. Los regimientos de Jouran adoptan grandes formaciones acorazadas y, además, poseen estrechos lazos de unión con multitud de compañías acorazadas de la Guardia Imperial, como las de los narmenianos y el 17º de Ketzok. A través de estas asociaciones de muchos años de antigüedad, los jouranos han formado parte de los elementos avanzados de muchas campañas, en las que han aprovechado las brechas creadas por los tanques más pesados de las compañías acorazadas y han mantenido el terreno ganado al enemigo. Los oficiales del regimiento son principalmente los que nacen en una de las muchas casas nobles de Jouran y, al contrario que la mayoría de las aristocracias gobernantes de otros mundos, la de Jouran es, por lo general, muy respetada y honorable. Los que nacen en la nobleza tienen que ganarse el respeto de sus camaradas soldados sirviendo en los regimientos de las FDP y los elegidos que pasan a unirse a la Guardia son personas de coraje y habilidad demostrada. Los Guardias de Jouran confían plenamente en que sus oficiales no los llevarán a una situación de peligro sin una buena razón y los han seguido en muchas batallas horribles en las que otros regimientos con quizá menos fe en sus comandantes podrían haber fallado, lo que no hace más que demostrar el dicho regimental de Jouran: «el valiente puede caer, pero nunca rendirse».

El sistema Jouran tiene tres planetas habitables y es en estos tres planetas donde se reclutan los regimientos de los Dragones de Jouran. Jouran III es un mundo caliente e industrializado del que se extrae la masa de la fuerza del regimiento y donde se forja la mayoría de la munición y de los vehículos. Jouran V es un mundo agrícola con una población pequeña pero resistente, en el que se encuentra la mayoría de las posesiones de las familias gobernantes del sistema y donde se dedican a la caza de carnosaurios. La capital del sistema, Jouran, es un mundo verde y rico gobernado por una aristocracia de tipo hereditario cuyos hijos e hijas primogénitos forman la mayoría de la clase oficial del regimiento. Se considera parte de las obligaciones de las familias enviar a por lo menos uno de sus vástagos a servir en las Fuerzas de Defensa Planetaria, donde pasarán como mínimo cinco años entrenándose y luchando por el sistema y sus alrededores. Solo los mejores se reclutan para los regimientos, por lo que es un gran orgullo el tener un hijo o una hija elegido para formar parte de los regimientos de Jouran. Cada casa noble mantiene sus propias memorias sobre las hazañas heroicas de sus antepasados y el enorme salón de los héroes de Jouran contiene también todos y cada uno de los servicios prestados al ejército, así como las acciones de todos los regimientos reclutados de Jouran,

con una lista de los nombres de cada oficial, guardia y tripulante de tanque que se ha ganado una distinción, póstuma o en vida, bajo el nombre del regimiento. Un ejército entero de escribas, plumoservidores y notarios se pasa toda la vida catalogando las hazañas de los regimientos de su mundo por toda la galaxia, aunque, dado el lapso de tiempo inherente en la comunicación y el viaje a través de tan largas distancias, se trata de una tarea interminable consistente en contrastar referencias, buscar precedentes y mantenerse informado.

Actualmente, los vercacitores del salón de los héroes están intentando confirmar el destino del regimiento 383º, del cual no han recibido ningún informe desde hace más de una década. Lo último que se supo de él es que se puso en manos del Adeptus Mecanicus por un tiempo indefinido, pero los sacerdotes del Dios Máquina han ignorado todas las peticiones de información acerca de su estado actual y, además, han negado repetidas veces que dicho regimiento haya estado nunca a sus órdenes. Sin embargo, recientemente, un soldado solitario que volvió a Jouran con el capítulo de los Marines Espaciales de los Puños Imperiales ha declarado en varias ocasiones que el regimiento fue aniquilado por una fuerza de Marines Espaciales del Caos en un mundo lejano y desierto, pero ese hombre posee un reconocido mal carácter y tiene a sus espaldas un historial repleto de borracheras e infracciones disciplinarias, por lo que sus declaraciones no se toman en serio.

El Saliente Eleggan
Durante la última etapa de la Campaña Urweint, el 327º de los Dragones de Jouran participó en una gigantesca ofensiva combinada contra las fortificaciones y trincheras de los últimos focos de resistencia alrededor de la capital ocupada por los rebeldes. Los jouranos formaron parte de una fuerza encargada de atacar una zona del frente conocida como el Saliente Eleggan. Los servicios de inteligencia habían informado de que los constantes bombardeos lanzados por los Marauders de la Flota Imperial habían desestabilizado las columnas de suministros hasta tal punto que las fuerzas defensoras del saliente tenían munición para tan solo unas ráfagas más como máximo. Por lo general, las compañías acorazadas se habrían ocupado de tal ofensiva, pero se tomó la decisión de enviar a los jouranos porque se esperaba una resistencia mínima.

La ofensiva dio comienzo tras un extenso bombardeo de una docena de pelotones de artillería acoplados al 327º. Los Chimeras que portaban a los Guardias de Jouran se lanzaron a toda velocidad por el suelo repleto de cráteres en dirección a las líneas enemigas, pero justo entonces se cerró la brecha y una ráfaga concentrada de disparos antiblindaje diezmó a los vehículos del frente. Al recibir impacto tras impacto, los jouranos se dieron cuenta de que aquellos rebeldes estaban tan bien equipados como cualquier otra parte del frente. Mientras la bajas seguían creciendo, un Chimera jourano se dirigió a toda velocidad contra una porción de las trincheras enemigas y colisionó contra una carretilla de munición que transportaba proyectiles pesados, con lo que destruyó una buena parte de las trincheras y abrió una brecha en las defensas. Viendo la oportunidad que se les presentaba, los jouranos se lanzaron a toda velocidad contra la brecha y, tras detenerse en seco ante ella, desembarcaron a cientos de soldados que flanquearon a los defensores de ambos lados. Durante unas tres horas muy sangrientas se produjo un combate cuerpo a cuerpo de gran ferocidad a través del sistema laberíntico de trincheras hasta que el estandarte de batalla de Jouran se alzó por encima de todos los destrozos.

Las tropas rebeldes contraatacaron tres veces a lo largo del día en un intento de expulsar a los jouranos de su posición, pero fueron rechazados cada vez y, con el ocaso, las compañías acorazadas narmenianas llegaron para ayudar a los jouranos. Las fuerzas de apoyo permitieron a los jouranos retirarse para contabilizar sus bajas, que suponían casi dos terceras partes de sus efectivos originales. Al término de la campaña, todo hombre y toda mujer que había participado en la batalla recibió el Medallón Carmesí y el regimiento del coronel recibió la Cruz de Macharius.

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